sábado, 12 de marzo de 2011
Curando heridas
El camino tiene vida propia y te lleva a diferentes sitios es como si supiera dosificar tus energías y te arrastra a espacios muy dispares en este momento en el que me encuentro me arrastra hacia una pradera, un lugar de descanso donde encuentro a muchas caminantes de lugares lejanos compartimos las viandas y bebemos del mismo vaso y contamos parte de nuestras experiencias en este viaje, somos muy diferentes pero todas coincidimos en el tesón de esta marcha, en el coraje y en la decisión de enfrentar nuestros miedos, en ir aprendiendo a caminar sola o en compañía y en buscar en la medida de lo posible disfrutar de lo que nos rodea intentando adquirir sabiduría y habilidades para sortear los obstáculos que vamos encontrando, cada una lo intenta solventar a su manera pero puede dar su punto de vista e intenta apoyar a la que se siente más perdida para que pueda reencontrarse, las palabras suenan a bálsamo reparador en mis oídos y escucho que algunas de ellas han seguido caminos paralelos a los míos nos volveremos a encontrar en otros puntos de descanso como éste y seguimos nuestros caminos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario